El término sepulto y su forma femenina sepulta se refieren al participio pasado de los verbos sepelir y sepultar.
Ambos términos están relacionados con el acto de dar sepultura a un cuerpo, es decir, enterrarlo o colocarlo en un lugar destinado para su descanso eterno.
Esta acción tiene un profundo significado cultural y emocional, ya que representa el respeto y la memoria hacia quienes han partido.