El término serafín se refiere, en su primera acepción, a uno de los espíritus bienaventurados que integran el segundo coro de los ángeles en la tradición religiosa, simbolizando pureza y cercanía a lo divino.
En un sentido más figurado, se utiliza para describir a una persona muy bella, evocando la idea de una belleza casi celestial.
Así, el concepto abarca tanto lo espiritual como lo estético.