El término serpentino se refiere a lo que es propio de la serpiente, evocando su forma y movimiento.
En un sentido más poético, describe algo que serpentea, es decir, que se desplaza de manera sinuosa y ondulante, como el trayecto de un río o el contorno de una montaña.
Esta palabra captura la esencia de la serpiente en su dualidad, tanto en lo literal como en lo figurado, enriqueciendo el lenguaje con su simbolismo.