El término setal se refiere a un tipo de terreno caracterizado por la abundancia de setas.
Estos espacios naturales son ideales para el crecimiento de estos hongos, que pueden ser comestibles o no.
La presencia de un setal indica un ecosistema propicio, donde factores como la humedad y el tipo de suelo favorecen el desarrollo de diversas especies de setas, convirtiéndolo en un lugar atractivo para los amantes de la micología.