La silla eléctrica es un dispositivo utilizado en el ámbito de la pena capital, diseñado para ejecutar a los condenados a muerte mediante electrocución.
Este método, que se basa en la aplicación de una corriente eléctrica, ha sido objeto de controversia y debate ético a lo largo de la historia.
La silla eléctrica simboliza no solo un método de ejecución, sino también las profundas cuestiones morales que rodean el castigo en la sociedad.