Sindéresis es la capacidad natural que poseemos para discernir entre lo correcto y lo incorrecto.
Este concepto, también conocido como "razón natural" según Tomás de Aquino, es un hábito innato que guía nuestra mente, razón y voluntad.
Es el puente que conecta a la persona con su esencia.
Se trata de una potencia discursiva humana que no requiere de conocimientos científicos específicos, sino de discreción y sana razón para tomar decisiones acertadas en la vida cotidiana.
Tomás de Aquino formuló este concepto al cual también llamó "razón natural".
Él afirmaba que existe un hábito innato inherente a la mente de toda persona que regula su naturaleza y, especialmente, su razón y voluntad. La sindéresis es el puente o el enlace, entre la persona humana y su naturaleza.
San Jerónimo previamente había llegado a un concepto similar que llamó "la chispa de la conciencia", pero fueron los escolásticos quienes la estudiaron propiamente.
Según Tomás de Aquino "el hombre por la razón natural asiente según el intelecto a alguna verdad y doblemente se perfecciona respecto de ella, en primer lugar, sin duda,
porque la alcanza; en segundo, porque tiene juicio cierto de ella".
La razón natural o sindéresis proviene de la inteligencia y la voluntad, y, según Aquino, es innato, por lo que no depende del hombre y de su adquisición, sino que es una dotación natural provista por Dios.
Este tema ha sido olvidado en la filosofía moderna y contemporánea, en efecto, la mayoría de los pensadores desconocen que tengamos tal instancia cognoscitiva.
Origen etimológico de sindéresis: proviene de la palabra latina medieval synderesis, synteresis, de la palabra griega antigua συντήρησις (syntéresis, "conservación"), de συντηρῶ (synterõ, "conservar")
Segundo diccionario: sindéresis
Origen de la palabra: (del griego de observar, examinar.)