La palabra sirca se refiere a un tipo de terreno o roca que tiene la capacidad de resistir la erosión.
Este término es especialmente utilizado en el contexto de América Latina, donde se reconoce la importancia de estos suelos en la conservación del paisaje y la estabilidad del entorno natural.
La sirca juega un papel crucial en la protección de ecosistemas y en la prevención de deslizamientos, destacando su relevancia geológica.