El sismómetro es un instrumento fundamental en el estudio de los terremotos.
Su función principal es medir la fuerza de las oscilaciones y sacudimientos que ocurren durante estos fenómenos naturales.
Gracias a su precisión, permite a los científicos analizar la actividad sísmica, contribuyendo así a la comprensión de los movimientos tectónicos y a la mejora de las estrategias de prevención ante desastres.