El Sistema Continental fue una estrategia económica impulsada por Napoleón I para debilitar a Gran Bretaña mediante un bloqueo comercial.
Tras sus victorias en las batallas de Austerlitz y Jena, Napoleón buscó controlar el comercio europeo a través del Decreto de Berlín, que prohibía el intercambio entre el continente y las islas británicas.
Esta medida, junto con las respuestas británicas, generó tensiones y pérdidas significativas para naciones neutrales, como Estados Unidos.
Sistema Continental (historia)
Se llama así al esfuerzo que hizo Napoleón I para vencer a Gran Bretaña por presión económica. Después de las batallas de Austerlitz (1805) y Jena (1806), Napoleón tenía el control del Continente, pero tras Trafalgar, octubre de 1805, el control del mar estaba en manos de Inglaterra. Por el Decreto de Berlín, noviembre de 1806, se declaró el bloqueo de las Islas Británicas y se prohibió todo comercio entre el Continente e Inglaterra. La finalidad del decreto era disminuir las exportaciones británicas y, dentro de lo posible, las importaciones, para sustituir
las mercancías británicas por las francesas (v. Berlín, Decreto de) . El Gobierno británico respondió en 1807, con las Ordenes del Consejo, declarando a su vez el bloqueo virtual de Europa. La mayor parte de ésta, sometida a Napoleón se tuvo que unir a su sistema. Aunque ninguna de las dos órdenes se cumplieron totalmente, causaron muchas pérdidas a los neutrales, entre los cuales el más importante fue Estados Unidos. Según el Decreto de Milán, diciembre de 1807, los barcos neutrales que parasen en puertos británicos u obedecieran las órdenes británicas quedaban sujetos a embargo (v. Milán, Decreto de). El sistema era una fuente de hostilidad hacia Napoleón por parte de los países neutrales y de los pueblos sometidos al control francés.