El término sobornable se refiere a la capacidad de una persona o entidad para ser sobornada, es decir, influenciada o corrompida mediante un pago o un beneficio ilícito.
Este concepto suele asociarse con prácticas deshonestas en ámbitos como la política, los negocios o la justicia, donde la integridad y la ética se ven comprometidas.
Reconocer lo sobornable es fundamental para entender los riesgos de la corrupción en la sociedad.