La palabra sunción se refiere a la acción de sumir, que implica introducir o hundir algo en un líquido o en otro medio.
En un contexto religioso, también se utiliza para describir el acto de tomar la comunión por parte del sacerdote, un momento significativo en la liturgia cristiana.
Así, la sunción abarca tanto un aspecto físico como uno espiritual, reflejando la conexión entre lo tangible y lo sagrado.