El concepto de "suplicante" se refiere a aquel individuo que se encuentra en la posición de solicitar algo con humildad, urgencia o desesperación.
Esta palabra puede utilizarse tanto como adjetivo como sustantivo para describir a quien realiza una súplica o petición ferviente, mostrando la importancia o la necesidad extrema de lo que se solicita.
La suplicación implica un acto de rogar con intensidad, a menudo acompañado de gestos o expresiones que reflejan la urgencia del pedido.
El término "suplicante" se emplea tanto como adjetivo como sustantivo para describir a una persona que realiza una súplica o petición, generalmente con un tono de humildad, urgencia o desesperación.
La acción de suplicar implica pedir algo de manera ferviente, a menudo acompañada de gestos o expresiones que denotan la importancia o la necesidad extrema de lo solicitado.
En el ámbito adjetivo, "suplicante" caracteriza a quien manifiesta una actitud de ruego o imploración. Por ejemplo, en la frase "Mirada suplicante", el término describe la expresión de alguien que pide silenciosamente ayuda o comprensión.
Como sustantivo, "suplicante" se refiere a la persona que suplica. En este contexto, el término enfatiza la identidad o el rol del individuo en la acción de realizar una súplica. Un ejemplo sería: "El suplicante esperaba ante la puerta, esperando ser escuchado".
La naturaleza de lo que se suplica puede variar ampliamente, desde solicitudes personales hasta peticiones formales dirigidas a autoridades o entidades superiores.
Ejemplos de uso: "La voz suplicante de la niña conmovió a todos en la sala".
"Con ojos suplicantes, el perro miraba la comida en la mesa".
"El suplicante se arrodilló ante el rey, implorando clemencia por sus actos".
"La carta estaba escrita en un tono suplicante, pidiendo una segunda oportunidad".
"En su rostro se dibujaba una expresión suplicante, buscando un gesto de aprobación".
"Su actitud suplicante no pasó desapercibida por los presentes, quienes se sintieron motivados a ayudar".
"La madre, con manos suplicantes, rogaba al médico por buenas noticias".
Etimología u origen de la palabra suplicante: proviene del latín supplicans, antiguo participio activo de suplicar.
• « La creciente importancia de María en la práctica cristiana llevó a un nuevo enfoque de la caridad dentro de la Iglesia, ya que se creía que ella intervenía en nombre de los suplicantes sin necesidad de recompensa. » (de suplicante | plural)
• « A diferencia de la omnipotente y remota figura de Dios, los cristianos medievales veían a los santos como seres que se preocupaban por las personas y las comunidades y que potencialmente intercedían en nombre de sus suplicantes. Así, cada pueblo, cada ciudad y cada reino tenía un santo patrono que se creía que abogaba en su nombre. » (de suplicante | plural)
• « Un complejo y formal sistema de clasificación de nobles y cortesanos, vestidos con prendas teñidas de colores específicos para denotar sus respectivos rangos, separaba la persona del emperador de suplicantes y embajadores. » (de suplicante | plural)