La supuración es un proceso inflamatorio que se caracteriza por la presencia de un flujo de pus, el cual es generado como respuesta a una infección en el cuerpo.
Este fenómeno puede manifestarse de forma superficial, como en los forúnculos o abscesos en las encías, o de manera más profunda, afectando órganos internos.
Un claro ejemplo de su presencia es cuando una herida supura debido a la infección que ha penetrado en ella.