El término tarazar se utiliza en dos contextos principales.
En su primera acepción, se refiere a la acción de atarazar, que implica un tipo de restricción o limitación.
En un sentido más figurado, tarazar describe el acto de molestar, afligir o inquietar a alguien, generando una sensación de incomodidad o preocupación.
Así, esta palabra abarca tanto un significado literal como uno emocional, reflejando la dualidad de su uso en el lenguaje.