El término tardano y su forma femenina tardana se utilizan como adjetivos en un contexto antiguo para describir algo que es tardío o que tarda más de lo habitual en madurar o sazonar.
Este uso se relaciona principalmente con frutas y frutos, indicando que requieren un tiempo mayor para alcanzar su punto óptimo.
Sin embargo, hoy en día, estas acepciones están en desuso y son consideradas anticuadas.