La palabra tarimera se utiliza en Cuba para referirse a una alcahueta, es decir, a una persona que facilita o promueve relaciones amorosas, a menudo de manera encubierta.
Este término refleja una dinámica social particular, donde la intervención de terceros puede influir en las relaciones personales.
En el contexto cubano, la figura de la tarimera puede ser vista tanto con humor como con crítica, dependiendo de la situación.