Las técnicas de interrogación de Mutt y Jeff, conocidas como policía bueno y policía malo, involucran dos interrogadores con roles opuestos: uno actúa como intimidador y el otro como comprensivo.
El objetivo es generar miedo en el interrogado para obtener información.
El "policía malo" coacciona, mientras que el "policía bueno" busca establecer comunicación, aunque también conlleva coerción psicológica.
Este enfoque, descrito por Phifer en Guantánamo, puede ser controversial en ciertos contextos.
Técnicas de interrogación de Mutt y Jeff
Las técnicas de interrogación de Mutt y Jeff, a menudo llamadas policía bueno y policía malo, implican una técnica de interrogación que emplea al menos dos interrogadores, uno de los cuales hace de "tipo duro furioso" y el otro de "alma simpática que está ahí para ayudar". El "policía malo" engendra miedo en el prisionero, como un subconjunto de la técnica de interrogación "fear up" (por ejemplo, las técnicas de interrogación "Orgullo" y "Ego Down"), y tiene la intención de coaccionar la información. Desde la perspectiva del prisionero, el "policía bueno" no es coercitivo y trata de establecer una relación de comunicación, aunque el plan de interrogatorio subyacente implica una coacción psicológica. El interrogador amistoso utiliza un tipo de incentivo, ofreciendo al sujeto un escape del interrogador hostil.
El método fue descrito por Phifer en la guía de Guantánamo, con la salvedad de que algunas naciones podrían considerar que el método, utilizado contra los prisioneros de guerra, es una violación del artículo 13 del Tercer Convenio de Ginebra, "los prisioneros de guerra deben ser protegidos en todo momento, en particular contra los actos de violencia o intimidación y contra los insultos y la curiosidad pública". Sin embargo, en la orientación se señalaba que la política vigente era que los prisioneros de Guantánamo no estaban sujetos a las protecciones de Ginebra, pero se advertía de una responsabilidad política.