La palabra tembladora se refiere, en su acepción más común en Cuba, a un tembladero.
Este término describe un fenómeno que puede estar relacionado con movimientos o vibraciones, evocando una sensación de inestabilidad.
En el contexto cubano, la tembladora puede tener connotaciones culturales y sociales, reflejando la riqueza del lenguaje y las particularidades de la vida en la isla.