El término tempero se refiere a la sazón y la buena disposición del suelo, lo que es fundamental para las sementeras y labores agrícolas.
Esta condición del terreno influye en la calidad y cantidad de los cultivos, ya que un tempero adecuado asegura que la tierra esté lista para recibir las semillas y favorecer su crecimiento.
Así, el concepto se relaciona estrechamente con la fertilidad y el cuidado del entorno agrícola.