La templadura se refiere a la acción y efecto de templar, un proceso que implica ajustar la dureza o la flexibilidad de un material, especialmente en el ámbito de la metalurgia.
Este término también puede aplicarse en contextos musicales, donde se busca afinar instrumentos para lograr un sonido armonioso.
En ambos casos, la templadura es esencial para alcanzar la calidad y el rendimiento deseados en diferentes disciplinas.