La palabra tenace se utiliza en un contexto poético para describir algo que es tenaz, es decir, que tiene la capacidad de pegarse o aferrarse a una cosa de manera firme, haciendo que sea difícil de separar.
Esta cualidad puede aplicarse tanto a objetos físicos como a conceptos más abstractos, reflejando una resistencia o una fuerza que no se rinde fácilmente.