El término tenacear tiene varias acepciones que reflejan acciones intensas y a menudo dolorosas.
En su primera acepción, se refiere a arrancar la carne con tenazas, lo que implica un acto físico violento.
En un sentido más oscuro, también puede significar torturar cruelmente a alguien.
Por último, en un contexto más abstracto, describe la acción de insistir o porfiar con terquedad en una idea o propósito, mostrando una notable persistencia.