Tener pies de plomo es una expresión que se emplea para indicar la importancia de actuar con precaución y prudencia en situaciones críticas o al momento de tomar decisiones trascendentales.
Implica la necesidad de evitar riesgos y errores que puedan acarrear consecuencias negativas.
En definitiva, significa ser cauteloso, precavido y estar alerta ante cualquier eventualidad que pueda surgir.
Locución verbal que se utiliza para referirse a la precaución o cautela que se debe tener en una situación determinada, especialmente cuando se trata de tomar decisiones importantes. Se refiere a la necesidad de actuar con prudencia y evitar cualquier riesgo o error que pueda tener consecuencias negativas.
Sinónimos: Ser cauteloso, ser precavido, andar con cuidado, estar alerta.
Ejemplos de uso:
- Después de la experiencia que tuvimos el año pasado, hemos aprendido a tener pies de plomo en cuanto a las inversiones que hacemos.
- Siempre que se trata de temas de seguridad, es necesario tener pies de plomo y no tomar decisiones apresuradas.
- El abogado aconsejó a su cliente tener pies de plomo en el juicio y no hacer comentarios que pudieran perjudicarlo.
- En situaciones de incertidumbre, es importante tener pies de plomo antes de tomar cualquier decisión definitiva.