El termómetro clínico es un instrumento esencial en el ámbito de la salud, diseñado específicamente para medir la temperatura corporal de los pacientes.
Existen diferentes tipos, como el de máxima y el de precisión, que permiten obtener lecturas exactas y confiables.
Su uso es fundamental para detectar fiebre y monitorizar el estado de salud de los enfermos, contribuyendo así a un diagnóstico adecuado y a la atención médica efectiva.