El termometrógrafo es un instrumento de medición que combina las funciones de un termómetro y un dispositivo de registro.
Su principal característica es que permite registrar gráficamente las diferentes temperaturas a las que ha estado expuesto durante un periodo específico.
Esto lo convierte en una herramienta valiosa para el estudio de variaciones térmicas en diversos entornos, facilitando el análisis de datos a lo largo del tiempo.