La palabra testarada tiene dos acepciones principales.
En primer lugar, se refiere a un golpe dado con la testa, es decir, con la cabeza.
En segundo lugar, describe una actitud de terquedad o obstinación, donde una persona se muestra inflexible ante las opiniones o decisiones de los demás.
Ambas acepciones reflejan una conexión con la fuerza y la resistencia, ya sea física o de carácter.