El término tigrito se utiliza en algunos países de América Latina, como Venezuela y Colombia, para referirse a un calabozo, que es un lugar seguro donde se encierran a los presos.
Esta palabra refleja una realidad social y legal en la que se busca resguardar a los detenidos, aunque su uso puede variar según el contexto regional.
Así, el tigrito se convierte en un símbolo de la justicia y el orden en estas naciones.