La palabra tis y sus derivados, como tisio y tisis, provienen de un prefijo o sufijo que se relaciona con la idea de consunción.
Este término se utiliza en contextos médicos y biológicos para describir procesos de desgaste o debilitamiento del organismo.
La tisis, por ejemplo, se refiere a una enfermedad que causa una notable pérdida de peso y energía, reflejando así su conexión con la noción de deterioro.