La palabra tormera se refiere a un lugar caracterizado por la presencia de peñascos o rocas.
Este término evoca paisajes naturales donde las formaciones rocosas son predominantes, creando un entorno único y a menudo impresionante.
En algunas regiones, también puede relacionarse con la tolmera, que implica un espacio similar, reforzando la idea de un área marcada por su geografía particular.