El término torrero se refiere a la persona encargada de cuidar y mantener una atalaya o un faro.
Su labor es fundamental para garantizar la seguridad de la navegación, ya que se encarga de vigilar el entorno y asegurar que la luz del faro funcione correctamente.
Este rol es esencial en zonas costeras, donde la visibilidad y la orientación son cruciales para los barcos que navegan en alta mar.