El término tralpe se utiliza en Chile para describir la lana apelmazada, es decir, aquella que ha perdido su suavidad y volumen, volviéndose compacta y dura.
Además, puede referirse a algo que está implume, deshojado o descascarado, indicando una falta de cobertura o una apariencia deteriorada.
Este vocablo refleja características específicas de materiales o texturas en contextos cotidianos.