La palabra transliterar se refiere al proceso de representar los signos de un sistema de escritura utilizando los signos de otro.
Este término es especialmente relevante cuando se busca reflejar con precisión la forma en que una palabra se presenta en su lengua original.
Por ejemplo, al trabajar con el alfabeto griego, que cuenta con 24 letras, se utiliza el alfabeto latino de 27 letras para facilitar la comprensión en español, permitiendo así una correcta etimología.
tr. Representar los signos de un sistema de escritura, mediante los signos de otro.
En sentido estricto, las transliteraciones se emplean para reflejar la forma exacta en que una determinada palabra se representa en la lengua original.
Por ejemplo, para el idioma griego se emplea el alfabeto griego que tiene 24 letras, que se solapa en algunas letras, pero también difiere de la versión de 27 letras del alfabeto latino que se usa para escribir en español. Entonces en las etimologías en los diccionarios de español (como el nuestro) se usan las palabras griegas transliterándolas con letras en español.
La romanización (o latinización) es la transliteración de un alfabeto que no es latino en el alfabeto latino.
Ejemplos de transliteración:
En griego antiguo: ευαγγέλιο
transliteración: evangélio
transcripción: evanguélio
traducción: evangelio
Para transliterar se emplean estándares de normalización que definen reglas sobre qué caracteres están reemplazados por otros y en qué casos.
Algunos estándares usados en la actualidad son el ISO-9 (para el cirílico), el ALA-LC (para representar los nombres bibliográficos en las bibliotecas anglosajonas) y el BGN/PCGN (para los nombres geográficos y nombres de personas).