Un tranvía de sangre era un medio de transporte urbano que utilizaba mulas o caballos para su tracción.
Este tipo de vehículo era común en ciudades antiguas antes de la llegada de la tracción eléctrica.
Los animales eran los encargados de mover el tranvía a lo largo de rieles en las calles, permitiendo el desplazamiento de pasajeros de manera eficiente.
Es importante diferenciarlo de los tranvías modernos que funcionan con energía eléctrica o incluso con energía solar.