El término trapalero y su forma femenina trapalera se utilizan en Cuba y Puerto Rico para describir a alguien que es trapacero, es decir, una persona que actúa de manera astuta o engañosa.
Esta palabra refleja un comportamiento que puede ser considerado como poco honesto o manipulador.
Su uso en el lenguaje cotidiano resalta características de la cultura local y su forma de entender las relaciones interpersonales.