El término trapista se refiere en Argentina a una persona que se dedica a recoger trapos de desecho con el fin de comerciar con ellos.
Este oficio, conocido como trapero, implica la recolección y venta de materiales reciclables, contribuyendo así al cuidado del medio ambiente y a la economía local.
La figura del trapista es importante en la gestión de residuos y en la promoción de prácticas sostenibles en la sociedad.