El tratamiento del catarro es un tema complejo, ya que no existe una solución definitiva que garantice su curación rápida.
Aunque el mercado ofrece una amplia gama de medicamentos como pastillas y gotas, su efectividad es limitada y, en ocasiones, pueden provocar complicaciones.
Generalmente, el catarro se resuelve por sí solo con cuidados simples como baños calientes, bebidas calientes y descanso.
Ante síntomas persistentes o graves, es fundamental consultar a un médico.
tratamiento del catarro
El tratamiento de los catarros no puede considerarse en modo alguno satisfactorio. El mercado está inundado de pastillas anticatarrales, gotas nasales, pulverizaciones e inhalaciones, pero la realidad es que ningún tratamiento local puede surtir grandes efectos y un exceso de medicamentos puede en cambio favorecer el desarrollo de las complicaciones. Un catarro o se cura por sí solo o empeora en pocos días. Tan bueno como cualquier otro tratamiento es un baño caliente, una bebida caliente (no alcohólica) y una cama caliente, con un amplio surtido de pañuelos suaves. Los médicos pueden prescribir antibióticos para contraatacar las complicaciones surgidas de un catarro, pero no hay antibiótico que surta efecto sobre
el catarro mismo. Si un enfermo de catarro no mejora en 24 h o tiene fiebre, tos o escalofríos, debe llamarse al médico inmediatamente, ya que estos síntomas denotan que ha surgido alguna complicación.
Como resultado de estudios llevados a cabo con ciertos antihistamínicos se centró momentáneamente la atención en el posible valor de estas sustancias como preventivas o curativas de los catarros. Investigada la cuestión más a fondo, se halló, sin embargo, dudosa la eficacia de los antihistamínicos a este respecto. La mayoría de los experimentos señalaron que, si es cierto que procuraban algún ligero alivio de los primeros síntomas, como la destilación y la cerrazón de nariz, no lograron reducir empero la duración o fuerza del catarro.