La Guerra de los Treinta Años fue un conflicto devastador que tuvo lugar en Europa entre 1618 y 1648, comenzando en Alemania y extendiéndose a otras naciones.
La contienda se originó por tensiones religiosas entre católicos y protestantes, marcadas por eventos como la Defenestración de Praga.
A medida que la guerra avanzaba, potencias como Inglaterra, Dinamarca, Suecia y Francia se unieron a los protestantes, mientras que España y Portugal apoyaron al emperador.
El conflicto concluyó con los Tratados de Westfalia.
Contienda que, iniciada en Alemania, se extendió posteriormente a otras naciones europeas (1618-48). Al ser coronado rey de Bohemia el archiduque Fernando (1617), campeón de la Contrarreforma, la minoría católica creció y los protestantes efectuaron la demostración conocida por la Defenestración de Praga (1618).
Cuando en 1619, Fernando II fue elegido emperador, la revuelta checa entregó la corona de Bohemia a Federico V, elector del Palatinado, con lo que comenzó la primera fase de la guerra. Posteriormente intervinieron en el conflicto Inglaterra, Dinamarca, Suecia y Francia en apoyo de los protestantes y en contra de la expansión de la casa de Austria, y España y Portugal en apoyo del emperador Fernando II. El conflicto finalizó con la firma de los Tratados de Westfalia (1648).