El tribunal de cuentas es una oficina central encargada de la contabilidad del Estado, cuyo objetivo principal es supervisar y auditar la gestión financiera de los recursos públicos.
Este organismo garantiza la transparencia y el correcto uso de los fondos, asegurando que se cumplan las normativas establecidas.
Su función es esencial para mantener la confianza en las instituciones y promover una administración pública responsable.