El término trujimán se refiere a un intérprete, especialmente en contextos donde se requiere la traducción de lenguas o dialectos.
Aunque su uso ha disminuido en la actualidad, esta palabra evoca la figura de alguien que facilita la comunicación entre personas que hablan diferentes idiomas.
La forma femenina, trujimana, comparte el mismo significado, aunque es menos común.
Ambos términos reflejan la importancia de la interpretación en la interacción humana.