La palabra túmido (o túmida) se utiliza para describir algo que es ampuloso o hinchado, evocando una sensación de grandeza o exageración.
En el ámbito arquitectónico, se refiere a un arco o bóveda que presenta una forma más ancha en su parte media que en los extremos, creando una estética particular.
Así, el término abarca tanto connotaciones figurativas como técnicas, enriqueciendo su uso en el lenguaje.