El término turlerín proviene del idioma germánico y se utiliza para referirse a un ladrón.
Esta palabra evoca la imagen de alguien que se apodera de lo ajeno de manera clandestina.
Aunque su uso puede ser menos común en el lenguaje cotidiano, su significado resalta aspectos de la delincuencia y la deshonestidad, reflejando actitudes que han existido a lo largo de la historia en diversas culturas.