El término tururú se utiliza en el ámbito de ciertos juegos de cartas, donde se refiere a la acción de que un jugador logre reunir tres cartas del mismo valor.
Este concepto no solo resalta la habilidad y estrategia del jugador, sino que también añade un elemento de emoción y competencia al juego.
La palabra evoca un sentido de triunfo y celebración dentro del contexto lúdico, convirtiéndose en parte del vocabulario popular entre los aficionados a estas actividades.