La tutela legítima es un concepto jurídico que se refiere a la protección y cuidado de una persona, generalmente un menor o incapaz, que se establece por ley.
Esta figura legal garantiza que los derechos e intereses del tutelado sean resguardados por un tutor designado, quien actúa en su nombre y velando por su bienestar.
La tutela busca asegurar un entorno seguro y adecuado para aquellos que no pueden cuidar de sí mismos.