El berilio es un metal de color gris plateado, conocido por su excelente reflectividad y resistencia a la corrosión.
Aunque es quebradizo a temperatura ambiente, se vuelve dúctil a altas temperaturas, lo que permite su estampado.
En metalurgia, el berilio se utiliza en pequeñas cantidades para mejorar la tenacidad y dureza de aleaciones, especialmente en combinaciones con cobre, creando materiales de ingeniería altamente efectivos.
uso del berilio en metalurgia
El berilio es gris plateado y posee una buena superficie reflectante, que no se empaña fácilmente al aire. Es muy quebradizo a la temperatura ordinaria, pero lo bastante dúctil a 1000°C para ser estampado. Su resistencia a la tracción o módulo de elasticidad es de 2812000 kg/cm2; la tensilidad del metal extruido depende de la dirección. La resistencia a la tracción en lingotes varía según sean los métodos de su manufactura (pulvimetalurgia, fusión o forjado); la resistencia a la tensión axial oscila entre 2000 y 5000 kg/cm2 y la transversal de 1200 a 2100 kg/cm2. Véase Módulo; Resistencia de materiales.
Pequeñas cantidades de berilio añadidas a varios metales pesados aumentan la tenacidad y dureza de los mismos. Estas Aleaciones, reforzadas en su tenacidad y dureza por Tratamiento térmico, resultan materiales de ingeniería muy útiles. Las más importantes técnicamente son las aleaciones de cobre con 1,5 a 2,75 % de berilio y hasta 0,5 % de cobalto, níquel o hierro. Una aleación típica contiene 2 % de berilio. En estado blando recocido, su resistencia a la tracción es de 4780 kg/cm2, pero después de un tratamiento térmico adecuado aumenta a 12700 o 14000 kg/cm2. Estas aleaciones tienen un límite de resistencia a la fatiga de unos 2460 kg/cm2, el más elevado de todas las aleaciones de cobre conocidas y mayor que muchos aceros. Se usa en resortes, diafragmas, relés y conmutadores. Una aleación de cobre con algo más del 2 % de berilio se emplea en útiles de seguridad que sean antimagnéticos y no den chispa.
Las aleaciones de níquel con 1,8 a 2,2 % de berilio y proporciones menores de molibdeno, titanio o cromo se utilizan en elementos que han de trabajar con elevadas tensiones a temperaturas moderadamente elevadas, en muelles sometidos a altas temperaturas, en piezas de aviones y en los núcleos de los taladros con cabezal de diamantes. El berilio se usa con los metales ligeros como elemento modificador; así se aplica al aluminio, al magnesio y a las aleaciones de ambos. Agregado al magnesio en proporción de tan sólo 0,003 °/0 retrasa la oxidación de la fundición y reduce el riesgo de que arda. Hasta un 0,5 °/0 de berilio añadido a las aleaciones de aluminio mejora su forjabilidad y estructura.