El cadmio es un metal versátil con múltiples usos en diversas industrias.
Se utiliza en la fabricación de aleaciones de bajo punto de fusión, esenciales para fusibles y extintores automáticos.
Además, su combinación con cobre genera alambres resistentes, ideales para líneas de alta tensión.
También actúa como un revestimiento anticorrosivo en hierro y acero, y se emplea en relojería y orfebrería, destacando su importancia en aplicaciones técnicas y decorativas.
usos y aplicaciones del cadmio
El cadmio se emplea abundantemente en la fabricación de aleaciones de bajo punto de fusión para fusibles, extintores automáticos y metales antifricción. El metal de Wood o aleación de Wood, que funde a los 72 °C, contiene un 50 % de Bismuto, un 25 % de plomo, un 12,50 % de estaño y un 12,50 % de cadmio (v. Metal fusible). La aleación del cobre y cadmio produce un alambre de gran resistencia a la tracción y muy duradero, con sólo una ligera pérdida de conductividad; es particularmente útil en el tendido de líneas de alta tensión y conducciones telegráficas. El cadmio se emplea también como revestimiento protector anticorrosivo del hierro y acero; en este caso se deposita electrolíticamente. Frecuentemente se emplea el baño de cadmio como base de baños ulteriores, como el cromado, que proporcionan un aspecto más brillante. El cadmio se emplea en relojería, para la fabricación de muelles de reloj, en orfebrería y platería. El cadmio metálico tiene la propiedad de absorber rápidamente los Neutrones, por lo que se emplean varillas de tal metal para controlar las pilas atómicas o reactores nucleares.