El cobre es un metal versátil con múltiples usos y aplicaciones en diversas industrias.
Su mayor demanda proviene de la industria eléctrica, donde se utiliza en transformadores, motores y tendidos eléctricos, representando aproximadamente el 60% de su producción.
Además, se emplea en la construcción y en la fabricación de vehículos, electrodomésticos y municiones.
Su resistencia a la corrosión y excelente conductividad lo hacen indispensable en muchas áreas.
usos y aplicaciones del cobre
El cobre encuentra sobre todo aplicación en la industria eléctrica, que en forma de transformadores, tendidos eléctricos, motores y generadores, cuadros de distribución, instalaciones de alumbrado y líneas telegráficas y telefónicas emplea alrededor del 60 % de la producción. La industria de la construcción absorbe alrededor de un 15 % (cubrejuntas, canalones, techados, cañerías) y la industria del automóvil alrededor de un ,12 %. También interviene como materia prima en la fabricación de aparatos de radio y televisión, refrigeradores, ferrocarriles, barcos, relojes, herramientas y maquinaria.
En todos estos menesteres se utiliza aleado en forma de latón y bronce, mientras que para fines eléctricos conserva su estado puro. En las fábricas de municiones sirve para la confección de vainas de cartuchos, cabezas de bala, bandas de forzamiento y espoletas de granadas. Su gran resistencia a la corrosión y su buena conductibilidad calorífica aconsejan su uso en la fabricación de termopermutadores, aparatos térmicos y refrigeradores, tuberías de agua, aparatos de cocina, calentadores de agua, esterilizadores, maquinaria de la industria lechera y techos de vacío.
Por su llamativo color encuentra asimismo uso preferido en la fabricación de objetos en que se busca al mismo tiempo el ornato y la utilidad: lámparas, aderezos, estatuas, jarrones. Si el cobre puro se usa raramente en fundición, la mayoría de sus aleaciones se prestan magníficamente a ella. El cobre es difícil de mecanizar, aun cuando sus aleaciones son más manejables, por lo que suelen añadírsele pequeñas cantidades de otros metales, como el plomo, para facilitar su manipulación.