El verbalismo se centra en la forma de expresar ideas sobre el contenido que se quiere comunicar.
Se destaca por priorizar la apariencia y el uso de un lenguaje elaborado, descuidando la sustancia y el significado real de lo que se dice.
También se refiere al uso excesivo de palabras vacías o clichés sin aportar contenido sustancial.
En educación, implica enfocarse en la memorización y repetición mecánica de información verbal, sin promover el pensamiento crítico.
La falacia del verbalismo consiste en atribuir características del lenguaje a la realidad objetiva, confundiendo términos lingüísticos con conceptos reales.
m. Exageración o propensión a fundar el razonamiento más en las palabras que en los conceptos; concentración en las formas de expresión más que en el contenido.
El verbalismo se refiere a la tendencia a enfocarse excesivamente en la forma de expresar las ideas, descuidando la profundidad y claridad de los conceptos que se intentan comunicar.
Se caracteriza por dar más importancia a la apariencia y al uso de un lenguaje elaborado, en detrimento de la sustancia y el significado real de lo que se dice.
Ejemplos de uso: "verbalismo significa pensar en las palabras en vez de con ellas".
"Señores senadores: es el verbalismo, el verbalismo discurseador, insubstancial y hueco, padre de la fórmula y forjador de los ídolos de protocolo", Diario de sesiones de la Cámara de Senadores Argentina, Congreso de la Nación - 1936
Sobra de palabras y falta de conceptos en la manera de razonar, de enseñar o aprender algo. Uso excesivo o vacío del lenguaje; afirmación sin contenido real, especialmente un cliché.
En este sentido, el verbalismo se refiere a la tendencia a utilizar un exceso de palabras vacías o clichés sin aportar realmente contenido sustancial o significativo. Se trata de una forma superficial de comunicación que carece de profundidad y originalidad en su expresión.
Ejemplos de uso: "El político se limitó a repetir frases hechas y lugares comunes durante su discurso, cayendo en un puro verbalismo sin ofrecer propuestas concretas".
"Había mucho verbalismo en su discurso".
Procedimiento de enseñanza en que se cultiva con preferencia la memoria verbal.
En el ámbito educativo, el verbalismo se refiere a un enfoque pedagógico centrado principalmente en la memorización y repetición mecánica de información verbal, sin fomentar el pensamiento crítico ni el desarrollo de habilidades cognitivas más complejas.
Ejemplos de uso: "La escuela activa ha venido a desterrar el verbalismo y demás métodos tradicionales y antipedagógicos. Al niño hay que saber conocerle, distinguir sus aficiones y apetencias, respetar su personalidad", Una escuela rural republicana - Página 173, Juan Manuel Fernández Soria, M. del Carmen Agulló Díaz - 2004
"La escuela tradicional basaba su enseñanza en el verbalismo, obligando a los estudiantes a memorizar extensos textos sin comprender su significado real".
(falacia del verbalismo) Según el filósofo Russell, consiste en confundir las propiedades de las palabras por las propiedades de las cosas. En otras palabras, atribuir erróneamente una propiedad del lenguaje al mundo.
Esta acepción hace referencia a un error lógico que consiste en atribuir características propias del lenguaje o las palabras a la realidad objetiva, confundiendo así los términos lingüísticos con los conceptos reales que representan. Se trata de una falacia que puede llevar a interpretaciones equivocadas al confundir la representación simbólica con la realidad misma.
Segundo diccionario: verbalismo
m. Propensión a dar, en el razonamiento o en la enseñanza, más importancia a las palabras que a los conceptos o al estudio del texto que al trato real de las cosas.