El término vicario apostólico se refiere a un prelado que actúa en nombre de la Santa Sede para dirigir comunidades cristianas en regiones donde no existe una jerarquía eclesiástica formalmente establecida.
Su función es fundamental para el desarrollo y la organización de la fe en lugares donde la Iglesia aún está en proceso de consolidación.
Este papel es esencial para el crecimiento espiritual y administrativo de la comunidad católica en esos territorios.