El término vino de quema se refiere al vino que se utiliza específicamente para la destilación.
Este tipo de vino, en lugar de ser consumido directamente, se somete a un proceso que transforma su contenido alcohólico, generando bebidas más fuertes como el aguardiente.
Su uso es común en la elaboración de licores y en la producción de ciertos tipos de espirituosos, destacando su importancia en la industria de las bebidas.