La vitrificación es un proceso que implica la transformación de un material en un estado vítreo, es decir, en una forma sólida y amorfa similar al vidrio.
Este fenómeno se produce al calentar ciertas sustancias hasta que se funden y luego se enfrían rápidamente, evitando la formación de cristales.
La acción de vitrificar se utiliza en diversas aplicaciones, desde la fabricación de cerámica hasta la conservación de residuos, destacando su importancia en la ciencia y la industria.